Candlemass
Candlemass
Nuclear blast records
2005
El álbum de la reunión con messiah Marcolin en las vocales. La portada es la cosa más sencilla que se pudieron imaginar, pero musicalmente es un álbum que de inmediato queda entre los mejores que ha editado la banda.
Un disco de una pesadez absoluta. Un increíble regreso. La producción es poderosísima y cada pieza es una verdadera joya. Basta escuchar la demoledora pieza inicial, “Black dwarf”, para percatarse de que la banda no anda con bromas; las influencias del sabbath son evidentes, pero la voz de Marcolin le da el toque personal, que buen vocalista es y se ha conservado a lo largo de los años. “Seven silver keyes” es un trabajo que recuerda lo hecho en el “Epicus doomicus metallicus” o en “Nightfall”, lenta, majestuosa y pesada. “Assassin of the light” es más rápida que la anterior, aunque no demasiado, pero de gran pesadez y belleza. “Copernicus” tiene pasajes pesados que dan paso a unos más suaves para regresar a la pesadez, todo con gran sentido de la armonía. “The man who fell from the sky” es una corta instrumental, lenta y sencilla. “Witches” es una pieza que suena a los días del “Tales of creation” con un riff muy sabbath por ahí del minuto 2:20. Más espíritu sabbathezco hay en “Born in a tank”, buenísima canción.
En fin, no me detendré más en cada pieza, el álbum contiene 9 canciones con una duración total de 55 minutos, y con excepción de una pieza, las demás rondan los 5, 6 y hasta 8 minutos. Se supone que la edición en digipack trae un “Hidden track” llamado “Mars and volcanos”, pero curiosamente, aunque la versión que yo poseo es la edición normal, también lo trae, entonces la duración total es de casi una hora. Una hora de lenta demolición de tus sentidos. Consíguelo a como de lugar.
Un disco de una pesadez absoluta. Un increíble regreso. La producción es poderosísima y cada pieza es una verdadera joya. Basta escuchar la demoledora pieza inicial, “Black dwarf”, para percatarse de que la banda no anda con bromas; las influencias del sabbath son evidentes, pero la voz de Marcolin le da el toque personal, que buen vocalista es y se ha conservado a lo largo de los años. “Seven silver keyes” es un trabajo que recuerda lo hecho en el “Epicus doomicus metallicus” o en “Nightfall”, lenta, majestuosa y pesada. “Assassin of the light” es más rápida que la anterior, aunque no demasiado, pero de gran pesadez y belleza. “Copernicus” tiene pasajes pesados que dan paso a unos más suaves para regresar a la pesadez, todo con gran sentido de la armonía. “The man who fell from the sky” es una corta instrumental, lenta y sencilla. “Witches” es una pieza que suena a los días del “Tales of creation” con un riff muy sabbath por ahí del minuto 2:20. Más espíritu sabbathezco hay en “Born in a tank”, buenísima canción.
En fin, no me detendré más en cada pieza, el álbum contiene 9 canciones con una duración total de 55 minutos, y con excepción de una pieza, las demás rondan los 5, 6 y hasta 8 minutos. Se supone que la edición en digipack trae un “Hidden track” llamado “Mars and volcanos”, pero curiosamente, aunque la versión que yo poseo es la edición normal, también lo trae, entonces la duración total es de casi una hora. Una hora de lenta demolición de tus sentidos. Consíguelo a como de lugar.
1 comentario:
Si de hecho lo único que difiere de ambas Ediciones es la presentación en si.
En lo personal , me Agrado "Copernicus"
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