Barón rojo
En un lugar de la marcha
Serdisco
1985
BARÓN ROJO es una banda Española que tuvo sus orígenes desde principios de la década de los ochentas y que por tal motivo, su sonido siempre estuvo enraizado en el rock de los setentas, aunque definitivamente lo que ellos tocaban entra dentro del heavy metal.
Este lanzamiento, el sexto de su carrera y conservando aún la alineación original, es otra muestra de poderoso y bien hecho metal cantado en Español. En este punto, BARÓN ROJO era ya un acto internacional y referente del metal de aquellas latitudes. La portada es muy original y nos muestra una especie de quijote espacial, donde ahora los molinos de viento son los satélites de comunicaciones. El álbum contiene solamente 8 piezas que se van en poco más de 40 minutos.
Este lanzamiento sigue por el camino ya trazado previamente por la banda y en realidad no hay grandes sorpresas: Rock, juventud y rebeldía, problemas cotidianos, etc. La voz como ya es característico, bastante clara y entendible sin quedar nunca opacada por los demás instrumentos. El disco rompe inicialmente con Breakthoven, que tiene en sus inicios y antes del solo de guitarra, un par de notas de la quinta sinfonía de Beethoven y que habla de un joven rockero y su gusto por el heavy metal. Le siguen “El baile de los malditos” con su estupendo solo y “Chicos de la ciudad” con sus buenos momentos y estructuras. “Caso perdido” y “Cuerdas de acero” son la parte excelsa del disco y punto culminante de este álbum. La sorpresa, al menos para mí, llegó con “Hijos de Caín” que es una balada, y creo que la primera de la banda, ¡pero qué clase de balada!, no, no hay miel derramándose por doquier, es una power ballad en todo caso, pero lo mejor de esta pieza es la letra, digna de ser censurada por la iglesia católica (si en algún momento la escucharan jaja).
Álbum indispensable en tu colección.
¡larga vida al barón!
Este lanzamiento, el sexto de su carrera y conservando aún la alineación original, es otra muestra de poderoso y bien hecho metal cantado en Español. En este punto, BARÓN ROJO era ya un acto internacional y referente del metal de aquellas latitudes. La portada es muy original y nos muestra una especie de quijote espacial, donde ahora los molinos de viento son los satélites de comunicaciones. El álbum contiene solamente 8 piezas que se van en poco más de 40 minutos.
Este lanzamiento sigue por el camino ya trazado previamente por la banda y en realidad no hay grandes sorpresas: Rock, juventud y rebeldía, problemas cotidianos, etc. La voz como ya es característico, bastante clara y entendible sin quedar nunca opacada por los demás instrumentos. El disco rompe inicialmente con Breakthoven, que tiene en sus inicios y antes del solo de guitarra, un par de notas de la quinta sinfonía de Beethoven y que habla de un joven rockero y su gusto por el heavy metal. Le siguen “El baile de los malditos” con su estupendo solo y “Chicos de la ciudad” con sus buenos momentos y estructuras. “Caso perdido” y “Cuerdas de acero” son la parte excelsa del disco y punto culminante de este álbum. La sorpresa, al menos para mí, llegó con “Hijos de Caín” que es una balada, y creo que la primera de la banda, ¡pero qué clase de balada!, no, no hay miel derramándose por doquier, es una power ballad en todo caso, pero lo mejor de esta pieza es la letra, digna de ser censurada por la iglesia católica (si en algún momento la escucharan jaja).
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¡larga vida al barón!
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