jueves, 7 de octubre de 2010

RECUERDO

Como he comentado desde el inicio de este espacio: de vez en cuando servirá de catarsis personal, como es el caso de hoy.
A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de presenciar el nacimiento de diferentes géneros metálicos; algunos me han atrapado más que otros, por ejemplo el death metal, el cual escuché profusamente allá a finales de los ochentas y hasta mediados de los noventas. He de decir, a título personal, porque es posible que después de tanto tiempo, me esté equivocando en las fechas, que el death metal fue lo que mantuvo a flote al metal en esos momentos difíciles. Había de dos, o escuchabas death metal (ó thrash/death) o escuchabas glam.
Recuerdo que el saber que una banda de death metal era de Suecia, era sinónimo de que era buena y comprabas el material sin preguntar, no importaba la originalidad, ni si aportaba algo o no, importaba la violencia sónica y la brutalidad, yo en ese entonces mantenía correspondencia con gente de varias partes del mundo e intercambiábamos cassetes con la copia de la copia del demo de X ó Y banda. El internet no había llegado aún a las masas.
Recuerdo que en alguna ocasión fui a una tienda de discos y compré 5 o 6 cd´s de death metal, ya ni recuerdo a los grupos, llegué a casa y puse uno que escuché completo, puse el segundo y me empecé a saltar algunos tracks, puse el tercero y escuché la mitad, puse el cuarto y solo escuché las primeras dos piezas, el último disco ya no lo escuché. Estaba saturado, le escena también estaba saturada, de repente todos sonaban igual, todo era lo mismo, con contadas excepciones.
Recuerdo que entonces llegaron los grupos que empezaron a usar teclados, de manera ambiental, de fondo, pero aún con preponderancia de las guitarras y fue como un golpe de aire fresco en el movimiento metálico, o al menos, lo fue para mí. Grupos como Tiamat con sus voces susurradas, The gathering con sus teclados ambientales de su primer disco, o Therion con la incorporación de voces femeninas le dieron nuevos bríos y diversificación al metal, de ahí en adelante nacerían infinidad de bandas en las que de repente lo esencial eran los teclados y las voces de mujer, dando paso al gótico y al dark. Al mismo tiempo aparecieron bandas que tocaban una especie de heavy, pero acelerado, usando teclados y a las que se llamó power, aunque eso lo supe después. De estas fechas recuerdo sobre todo a Heaven´s gate y a Stratovarius.
Bueno, de entre estas bandas power, escuché un disco que hasta la fecha me fascina y me parece excelente y del cual será la siguiente reseña: “Ball of the damned” de SCANNER.
Recuerdo que empecé a escuchar a estas bandas power durante algún tiempo, hasta que el uso de los teclados se convirtió en abuso y el sonido se hizo demasiado pulido para mi gusto, o será que estoy hecho demasiado a la antigua, no lo sé.
Sin embargo, también he de decirlo, siempre he escuchado heavy metal de corte digamos tradicional, y ahora, haciendo memoria, creo que es lo que más me satisface. Creo que tengo un gusto más bien variado, y escucho diferentes géneros, pero las raíces son las raíces y eso es algo que siempre voy a respetar.
No, no soy death metalero, ni thrasher, ni true. Soy metalero, así, sin más, sin apellidos. El metal es parte de mi vida y lo será por siempre.

1 comentario:

Luza dijo...

terminaste la entrada de manera hermosa :D
NMN Sidereus nuncius