Después de la no muy grata experiencia de la vez que vinieron a tocar en 2010 y de la que escribí una reseña, tuve la oportunidad de verlos nuevamente y por tercera vez en mi vida, y cada vez con un vocalista diferente, pues ya había tenido la oportunidad de verlos en Wacken con Ripper Owens, en la ciudad de México con Barlow y ahora con Stu Block. Así que tenía una sensación de revancha y al mismo tiempo de morbo. De entrada el lugar es ms apropiado para conciertos que el tal “Bulldog” de hace 2 años, el morbo era por verlos con el nuevo vocal, quien procede de una banda de death metal y que sin embargo en su “Dystopia”, ya reseñado, enseña buenas cosas.
Los organizadores anunciaron que las puertas se abrirían a partir de las 6 pm, que la banda abridora, los Thrashers Mexicanos DISGRACE tocaría a las 8 pm y ICED EARTH a las 9 pm. Me encontré con varios amigos a la entrada del recinto, saludé, platiqué brevemente y me metí con la idea de agarrar buen lugar, pues suponía que estaría a reventar el circo volador, y grande fue mi sorpresa al encontrarme con una entrada regular tirando a buena, pero no excelente. Quizá unas 800 personas.
Al final de cuentas, DISGRACE comenzó a tocar a las 8:30 y lo hicieron de buena manera, demostrando que traen buenas cosas y que el segundo lugar ganado en la batalla de metal del año pasado es justificado y con ganas de este año llevarse el primero. Tocaron una media hora, el público los trató con mucho respeto y quedó calientito para degustar del platillo principal, para esa hora (las 9 de la noche) la entrada había mejorado sensiblemente, pero no al grado que me esperaba, calculo alrededor de 1200 personas, con la parte de abajo del circo llena (pero no apretujada) y algunos de los lugares de arriba ocupados.
Al momento de preparar el escenario pude percatarme de una gran manta con el logo de la banda al fondo del mismo y cuyas letras encendidas en color azul lucían espectaculares, además de haber una hermosa batería de color verde.
En punto de las 9:30 salió la banda y fue recibida estruendosamente por los asistentes, cantando al ritmo de “Dystopia” de su más reciente trabajo, y desde ese momento, Stu Block, su nuevo vocalista se echó al público a la bolsa pues es un excelente vocalista y quien posee lo mejor de los previos cantantes de la banda, ya que por un parte en los tonos medios se desenvuelve de una manera semejante a Matt Barlow y sin embargo es capaz de alcanzar unos tonos altísimos semejando a Tim Owens, sin que suene a copia de ninguno de los dos, además de que es un gran frontman, mejor que los otros vocalistas, y son una imagen muy, muy metalera. Los comentarios de la gente que estaba a mi alrededor y míos propios eran: ¡que cantante tan impresionante! ¡que vocalista tan chingón! Y así por el estilo.
En esta primera canción, la guitarra de Schaffer sonó un tanto extraña, cosa que se compuso conforme avanzó el concierto, lo que sí puedo decir es que el volumen estaba bastante alto. Las piezas se sucedieron una tras otra con interludios donde Stu se tiraba un buen rollo, pues es un vocalista que habla mucho con la gente. Entre él y Schaffer se robaron casi todas la miradas. Las piezas que recuerdo tocaron son: “Angels holocaust”, “V”, “Stand alone”, “When the night falls”, “The hunter”, “Damien”, “Declaration day”, “Watching over me” y “Dante´s inferno” para despedirse por un breve lapso y regresar a cantar una canción, que gracias a Schaffer, se conviertió al final en 4, pues daba la impresión de no quererse ir. Entonces el encore constó de: “Burning times”, “Pure evil”, “My own savior” y “Iced eath” para ahora sí, despedirse y dejar a la gente satisfecha aunque preguntándose por qué no habrían tocado “Melancholy”. En fin, un estupendo concierto de casi dos horas de duración.
Los organizadores anunciaron que las puertas se abrirían a partir de las 6 pm, que la banda abridora, los Thrashers Mexicanos DISGRACE tocaría a las 8 pm y ICED EARTH a las 9 pm. Me encontré con varios amigos a la entrada del recinto, saludé, platiqué brevemente y me metí con la idea de agarrar buen lugar, pues suponía que estaría a reventar el circo volador, y grande fue mi sorpresa al encontrarme con una entrada regular tirando a buena, pero no excelente. Quizá unas 800 personas.
Al final de cuentas, DISGRACE comenzó a tocar a las 8:30 y lo hicieron de buena manera, demostrando que traen buenas cosas y que el segundo lugar ganado en la batalla de metal del año pasado es justificado y con ganas de este año llevarse el primero. Tocaron una media hora, el público los trató con mucho respeto y quedó calientito para degustar del platillo principal, para esa hora (las 9 de la noche) la entrada había mejorado sensiblemente, pero no al grado que me esperaba, calculo alrededor de 1200 personas, con la parte de abajo del circo llena (pero no apretujada) y algunos de los lugares de arriba ocupados.
Al momento de preparar el escenario pude percatarme de una gran manta con el logo de la banda al fondo del mismo y cuyas letras encendidas en color azul lucían espectaculares, además de haber una hermosa batería de color verde.
En punto de las 9:30 salió la banda y fue recibida estruendosamente por los asistentes, cantando al ritmo de “Dystopia” de su más reciente trabajo, y desde ese momento, Stu Block, su nuevo vocalista se echó al público a la bolsa pues es un excelente vocalista y quien posee lo mejor de los previos cantantes de la banda, ya que por un parte en los tonos medios se desenvuelve de una manera semejante a Matt Barlow y sin embargo es capaz de alcanzar unos tonos altísimos semejando a Tim Owens, sin que suene a copia de ninguno de los dos, además de que es un gran frontman, mejor que los otros vocalistas, y son una imagen muy, muy metalera. Los comentarios de la gente que estaba a mi alrededor y míos propios eran: ¡que cantante tan impresionante! ¡que vocalista tan chingón! Y así por el estilo.
En esta primera canción, la guitarra de Schaffer sonó un tanto extraña, cosa que se compuso conforme avanzó el concierto, lo que sí puedo decir es que el volumen estaba bastante alto. Las piezas se sucedieron una tras otra con interludios donde Stu se tiraba un buen rollo, pues es un vocalista que habla mucho con la gente. Entre él y Schaffer se robaron casi todas la miradas. Las piezas que recuerdo tocaron son: “Angels holocaust”, “V”, “Stand alone”, “When the night falls”, “The hunter”, “Damien”, “Declaration day”, “Watching over me” y “Dante´s inferno” para despedirse por un breve lapso y regresar a cantar una canción, que gracias a Schaffer, se conviertió al final en 4, pues daba la impresión de no quererse ir. Entonces el encore constó de: “Burning times”, “Pure evil”, “My own savior” y “Iced eath” para ahora sí, despedirse y dejar a la gente satisfecha aunque preguntándose por qué no habrían tocado “Melancholy”. En fin, un estupendo concierto de casi dos horas de duración.
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