CONCIERTO DE LVZBEL, VOLTAX Y VAFFEN EN EL BLUE FACTOR

La cita era a las 7 pm, aunque todo comenzó a las 9:30 de la noche, para presenciar la actuación de varias bandas Mexicanas y una Costarricense. Para empezar diré que el lugar está céntricamente localizado y es en realidad un salón de billar que cuenta con un pequeño escenario, un área para el público de pie y unas cuantas mesas para los afortunados que llegan temprano.
La banda que empezó las hostilidades fue BLACK SOULS, a quienes no conocía y que practican un death metal de tipo melódico, a decir verdad, no pude apreciar si cantaban en Español o Inglés ya que, evidentemente, usan la voz gutural, aunado a una no muy buena acústica del lugar, tan solo recuerdo que su última canción se llamaba “Tlahuicole”, nombre de aquel mítico guerrero Tlaxcalteca, así que supongo que cantaban en Español.
Siguió el turno de VAFFEN, de quienes tengo su cd debut, y mantengo amistad con su vocalista y con su guitarrista, pero nunca había visto en vivo, la banda arma un buen desmadre entre el público y los pone a hacer el mosh al ritmo de su thrash metal sucio y callejero, corro el riesgo de que me tachen de adulador, pero juro que por momentos me sonaban a TANKARD, guardando las respetuosas distancias, solo quiero mencionar algo que ya mencioné en la reseña de su disco: la batería me parece un tanto repetitiva y por lo tanto, monótona.
Otro ajuste de equipos y para mi sorpresa siguió el turno de la banda de Costa Rica llamada FROM OBLIVION, y quienes tocaron un death metal de corte más bien directo y por momentos semi-lento, de quienes no puedo decir mucho más ya que para estas alturas el lugar se había ido llenando y se encontraban ya muchos amigos, con quienes intercambié saludos, mantuve amenas charlas y compartí la cerveza. Además, ya había hecho acto de presencia el legendario Arturo Huizar y la gente no perdía oportunidad de tomarse la foto con él.
El grupo que siguió fueron los también Mexicanos FBH, a quienes podría catalogar como un grupo de covers, ya que básicamente eso se dedicaron a interpretar, y para ser sincero me sorprendió que no los pusieran como acto abridor, curiosamente, acabada su actuación, el público les pidió otra canción y ellos regresaron.
Siguió el turno de los poderosos VOLTAX, a quienes no había visto desde hacía más de un año, precisamente en ese mismo lugar. Son cinco chamacos entregando una alta dosis de heavy metal de corte tradicional, arraigado profundamente en los ochentas. Definitivamente el sonido del lugar no ayudaba mucho, pero prendieron a la gente con rolas de sus dos producciones, yo particularmente disfruté mucho de “Acero inmortal”, como sorpresa, tocaron una canción de reciente manufactura, que por cierto se oye muy poderosa. Si combinamos a un gran vocalista, excelentes músicos con poderosas canciones con gancho, el resultado es una banda de gran calibre y sobre todo, al menos para mí, con mucho futuro. Me gustaría mucho verlos en un lugar más grande y con mucho mejor acústica, estoy seguro que sonarán impresionantes. Chavos, el futuro es suyo.
Finalmente llegó el turno del platillo principal de la noche: LVZBEL. Y si bandas como VOLTAX representan el futuro del metal Mexicano, LVZBEL representa el pasado, un gran y legendario pasado. No tengo idea, y creo que no me importa, quienes fueron los músicos que acompañaron a Huizar en el escenario, eso era el mero soporte, todos íbamos a ver a Arturo. De los amplificadores surgieron la notas de material clásico como “El loco”, “Esta noche es nuestra”, “Guerrero verde”, “Hijos del metal”, “Pasaporte al infierno”, “Por piedad” y “Angel de la lujuria” entre otras. No tengo que mencionar que todos coreamos a todo pulmón las míticas canciones de la banda. Tenía muchos años de no ver a las banda en vivo, quizá demasiados años, y tengo que reconocer que si bien es cierto que Huizar le echa ganas, también es cierto que ya no tiene la voz de antaño, y no solo eso, si no que es muy notorio que se atrasa al momento de cantar y de repente para ponerse al corriente, prácticamente platica en lugar de cantar, no sé, es difícil describirlo.
En fin, una noche larga, llena de metal, de buenos amigos y de mucha cerveza que llegó a su fin cerca de las 2 de la mañana.